domingo, 2 de mayo de 2021

Querido viernes

Querido viernes:

Te escribo un sábado. Ya no cojo el tren... ya sabes, ¿no? Volveré a su rutina este verano, con la segunda dosis del experimento puesta. El tren me inspiraba mucho. De hecho, ahí he escrito muchas de las ocurrencias que se me pasan por la cabeza y una de ellas, después de unos cuantos intentos fallidos -te conté-, tuve el valor de mandártela. Visto está que la envié a tu olvido o a una especie de vigilia que me confundió... Y, no, no es una queja gratuita, detesto los chantajes, ni tampoco es resignación, pero no me engaño; sencillamente comprendo y acepto, porque sé que todos tenemos derecho a dejar cosas atrás. Especialmente si no las buscamos.

viernes, 8 de enero de 2021

¿La muerte? Pues, claro, un día moriemos.

Pues es que, en realidad, sufrimos más a causa de la vida que por culpa la muerte a la que tanto tememos. Morirte es sólo un tránsito. Yo vi a mi hermano pasando de un lado a otro y el momento en el que ocurrió fue tan calmado e inevitable que nunca más me he vuelto a preocupar. 

La vida es la madeja que cada uno va deshaciendo como puede y lo único que podemos hacer es procurar enredarla lo menos posible y deshacer los nudos que nos encontremos, con paciencia, hasta que, después de todo, lleguemos al final del hilo que corte la Parca.

Me da mucho más miedo la vida, la cual, finalmente, nunca podremos evitar. 


Teresa concluye

martes, 5 de enero de 2021

Lastres

Hoy escribía algo sobre propósitos anuales y, bueno, me decía que he empezado a aligerar lastres melenudos que son como rémoras que me siguen sin tregua y que, al menos por mi parte, necesitaban un buen corte de pelo al cero, para que dejen de enredarse en mis rutinas, si bien sé que seguirán en mi memoria sin querelo remediar.

Teresa reflexiona y fabula

viernes, 23 de octubre de 2020

El día que no existe

Hoy es un día que no existe,
un día en el que nada importa,
donde nada es blanco o negro,
ni hay reloj que marque la hora.

Sueños y recuerdos se revuelven
bajo plumas en mi memoria.
Ahora pienso, ahora duermo,
espejismos que mi alma añora. 

Hoy es un día que no existe,
no hay calendario que le acoja,
No se considera en ningún sitio
porque en él la historia se ignora.

El calor de mi aliento lo acoge,
el sueño de mis sentidos lo arroba,
Capullo de seda protege el hastío 
y el cansancio dulcemente rebosa.


Teresa Prieto Chaparro (23/10/2020)






domingo, 11 de octubre de 2020

Soy patriota, de izquierdas y del Barrio del Pilar

Esto se lo dedico al grupo de mis compañeras del Colegio Vírgen del Pilar de Madrid, especialmente a las que nacimos en 1970 (Compañia de María, a mucha honra). Me hacen reflexionar y también estar orgullosa de haberlas conocido y de haber compartido muchas horas de mi infancia en una escuela que, en mi opinión, nos hizo libres, capaces, autónomas y muy constructivas. 


Gimnasia dominical en el pueblo. Si somos más de diez, tenemos que cumplimentar un formulario. Ningún catarro, pero podríamos ser asintomáticos, sé que lo estaréis pensando. Y os aseguro que todo esto está dentro de lo que se considera aceptable aquí, que es donde vivo. También suben los casos, pero los hospitales parece que se organizan por el momento, menos en Friburgo y algún otro sitio. Todos estamos muy concienciados a cerca del protocolo de la confederación y, como veis, cada uno viene de un sitio (Portugal, Suiza, USA, Francia, Surinám, etc.). Si notamos que no nos encontramos bien, simplemente no salimos/quedamos. Cuando lo hacemos, solemos ser más o menos los mismos y en los mismos sitios, porque ahora no es el momento de explorar. Máscaras en las tiendas, en el bus, en los taxis, en las escaleras y donde vemos que no se puede guardar la distancia. Hay un "covidtest" previo en cada cantón que se hace online para solicitar el PCR gratis, si lo ven conveniente. En los bares, rellenamos religiosamente nuestros datos. Nos quedamos a currar desde casa ante cualquier sospecha (entiendo que eso no es posible con todos los trabajos ni en todas las empresas). También hay unos ERTES o como se llame esto que hacen en España, y publican las cuentas en una web para que veamos en qué y cómo se gasta el dinero (eso es muy de ellos). Hay desacuerdos, como en todas las partes, pero esta enfermedad no la entienden como un desacuerdo, es algo que hay que solucionar entre todos. A veces son muy coñazo, con tanto "control". Y no es cosa de derechas solamente, la izquierda es igual de controladora y es más fuerte y organizada de lo que puede parecer desde fuera, porque es cultural -el control-, pero es verdad que esa manera de ver las cosas hace que guarden menos mierdas debajo del felpudo. Yo doy gracias, cada día, porque me haya pillado esto aquí: por la salud y por la tranquilidad. Mi hermana, ya os conté, trabaja en el Clínico de Madrid, es enfermera de riesgos laborales. Vino en agosto, unos días antes de que se decretara la cuarentena obligatoria para los que vienen de España. Se pudo relajar un poco, porque no sabemos mucho, y la conclusión a la que llegó fue a la de que es la densidad la que favorece o no la subida. Hubo un artículo que creo que os mandé (estaréis bien hartas ya de leer) en el que habían hecho un estudio válido y concluyente, como una de las principales razones. Ahora bien, "densidad": en el metro, en el piso donde viven hacinados 20 o más personas en 100 m2 (ahí la mascarilla vale poco), que no tienen más remedio que currar para que les paguen (en negro en muuuchos casos). Por no hablar de otras cosas que nos juntan irremediablemente y sin mala intención, porque nadie quiere que enferme nadie. 

Me alegro de ser una inmigrante en este sitio, con mis cuestas arriba, recibiendo malas miradas de la versión xenófoba casposa autóctona que nos tiene miedo, con los mismos argumentos universales de que “estos que nos quitan el trabajo, y bla, bla, bla” que en mi país... Pero, como digo, cada día me alegro de pasar esto donde estoy, de poder trabajar y que no me den el salario en negro. Me alegro de que controlen mi situación regularmente, no para jorobarme, si no para estar seguros de que mis condiciones (y de que lo que yo ofrezco), sean sostenible de forma objetiva. Me alegro de que la gente pague sus impuestos, porque entienden el propósito de hacerlo y por ello se vota cómo organizarlos. Me alegro de que miren todo con lupa y, si bien, no es ideal ni idílico (hay también corruptos muy sofisticados y algunas cosas históricas importantes que no deben olvidar nunca), al menos, han conseguido que la gente sea consciente de eso que he dicho del “propósito”, es decir, de que la intención sea mejorar o mantener a la comunidad en las mejores condiciones, vengas de donde vengas. Así lo siento. De modo que aquí se propone, se busca apoyo para llevar a cabo lo que sea o para no llevarlo a cabo (la oposición trabaja en contra y son duros de pelar), y si encuentran interés, se vota y se asume por el tiempo que consideren, y se vuelve a proponer y a votar regularmente, por si cambia la dirección del viento. Y lo hacen: hace una semana se votó en contra mayoritaria de restringir las condiciones de tránsito a los extranjeros y otras que venían escondidas en la propuesta. 

Me levanto escuchando las noticias y parece más importante lo de que el rey no vaya a Cataluña que los de Bankia se vayan de rositas, porque los jueces no encuentran delito (unos corderitos, vamos), que las condiciones de trabajo no mejoren, que trabajar en negro siga siendo un mal endémico aceptado para remediar el hecho de poder vivir o poder hacer prosperar un poquito en tu pequeño negocio, que hayamos descubierto que han dañado hasta el tuétano el sistema sanitario español (teníamos una de las mejores atenciones primarias del mundo entero), porque es mejor comprar y vender hospitales. Y esto es lo que se nos sale del felpudo que ha movido la pandemia (que habrá mucho más). ¿Ahora qué? La clase media que vive en nuestro país, la tenaz, la ancha y dolorida a tirar del carro, como siempre. Y aunque hablemos y hablemos... bastante bien lo llevamos (lo lleváis sobre todo los de allí). Sólo hay que leeros. Sois un ejemplo excelente de lo que ocurre, de los que pensamos, con nuestras diferencias y preocupaciones... Y eso es lo que me hace estar orgullosa de venir de allí. 

Hace uno días tuve que aguantar que me dijeran que desde que vivo aquí me estoy “enderechando”. Y la persona que me lo dijo estaba tan convencida de ello que no me dejó explicar que lo que me pasa es que veo a mi país desde lejos. Es como descubrir que la tierra es esférica desde un cohete en el espacio, después de vivir en Castilla, viendo todo planito y eso… Y me preguntó que si era patriota. Y le dije que, por supuesto… y de izquierdas. Ah, y del Barrio del Pilar 😉. Lo que me pasa es que me he dado cuenta de que esa izquierda que me explicaron no es la que veo que funciona, porque no levantan el felpudo. Y valga eso como reflexión patriota, ya que no hay fiesta del Pilar. Que cómo echo de menos los conciertos, la feria y el olor de los puestos… Enhorabuena por tirar del carro. Por no parar de seguir, aunque no sea siempre fácil. Mucho ánimo y muchos besos sin mascarilla desde la distancia. La única cosa que descuadra para ser un ejemplo objetivo de opinión en una estadística es que somos todas mujeres. Pero qué mujeres, ‘gensanta… Somos unas mujeronas. Hoy me acordado de Mariví. Seguro que estaría orgullosa. En mi memoria la veo orgullosa, sí…


Buen día del Pilar con adelanto.

 
Teresa reflexiona

 Versión corregida de mensaje que les envié el 11.10.2020, al grupo "Aquí seguimos 1970"


lunes, 6 de julio de 2020

Para que sepas

Con el hilo de una rendija
hago collares de canciones,
cascabeles que mi corazón fija,
pegamento de decepciones.

La memoria anuda las cuentas
de los sones que mi oído acuna,
recuerdos de un alma que asienta
pajaritos que trinan sus dudas.

Con el hilo de una rendija,
remiendo lo que no conoces,
decoro el olvido con tizas
pintando un camino de flores.

Ramos de tiempo y distancia,
pétalos de silencio a voces,
borra la lluvia las huellas,
rafagas de luces veloces.

Con el hilo de una rendija,
uno tu nada con mi todo.
Que el vano vacío me dirija
de puntillas hacia tu recodo.

Suena, suena, suena
el olvido en algún lugar.
Calla, calla, calla
lo que nunca sucederá.

Teresa Prieto Chaparro (03/07/2020)



domingo, 5 de julio de 2020

#20discosfundamentalesparami - Día 20: Bob Dylan, "Highway 61 Revisited" (1965).

Día 20: Bob Dylan, "Highway 61 Revisited" (1965). Yo no entendía nada de lo que decía, hasta que en el cole nos hicieron prestar atención a las respuestas que soplaba el viento. Honestamente, en inglés escuchado, este hombre no es muy fácil de entender ni aún ahora, así que me acostumbré a buscar cada letra y a segurile intentando tararear lo que cada vez canta de una manera, porque valía la pena mucho. De pequeña, pensé que el cantante de voz gutural, más a lo Johnny Cash, era diferente del que luego se tragó un gato y empezó a ser él mismo. Me gustaba la época en la que Emmylou Harris coreaba con él: ¡Jooooooeyyyyy, Jooooooeyyyyy! En fin, aquí va una canción de la que mi hermano fue capaz de encontrar versiones infinitas que andan entre todo el follón musical que nos dejó: Like a Rolling Stone. Sin embargo me voy a permitir poner mi versión favorita de ella, que es la de Jimi Hendrix (https://www.youtube.com/watch?v=iNSmL9nwQ60). Y con esto termino el periplo de los 20discosfundamentalesparami. Gracias a
Juliana Terol Muñoz
por meterme en estos fregados a los que me acoplo más anárquicamente que vosostros, como y cuando puedo, sin presión ninguna, pero con placer. Me pasa como al resto, que esto no es nada más que un traguito de la pócima en la que me caí cuando era pequeña, cuyo efecto ha perdurado y sospecho perdurará durante el tiempo que me quede.